OH...
Oh… trago
amargo de la cicuta ponzoñosa,
casi me sabes a néctar primaveral,
a pesar de tu fragancia ominosa,
puedes impregnar mi ser todo, sin más…
Mucho ha que
no temo al camino
al que tú un día me
conducirás,
ya he vivido la gracia dela existencia y lo divino,
cuando quieras puedes cazar mi mano y llevarme al final…
Aun tengo mis
sentidos que me permiten vibrar,
ya me inundaron los perfumes de la tierra y el trigal,
viví las voces que me hicieron bien y mal,
ahora solo me falta descansar en paz…
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