viajero del alma

Árbol del pan de la no existencia
Que para todos generoso floreces
Puedes tomar el agua de mi ser
En cuanto deba yo ir a calmar tu sed…

Procurare en tanto poner buenas semillas
Del árbol del pan de la existencia
De ese que nos invita a la armonía
Ese que pretende nuestra tierna hermandad…

Árbol y árbol, breve uno y eterno otro
Uno debe ser sembrado y el otro no
Parte de ambos somos sin más
Con dadivosas aguas, al breve podemos regar…

Ellos requieren nuestra magnanimidad
No podemos ignorar el altruismo
Porque no es solo utopía
Sino nuestra mejor oportunidad…

Allá en la distancia incesante el rugido del mar
Y cuando la ausencia sea mi forma
El mar aun rugirá, generoso, travieso
Y siempre un nuevo poeta vendrá...

Entonces a él me acerco para charlar
Sentir intenso su misterio, su inmensidad
Porque aun viviendo a su lado, aun así
Disfrutarle será breve, muy breve será...

Que importante es cada instante junto al mar
Maravillado y gozoso en su presencia
Estado que en todo lugar he de lograr
Apasionado, generoso, inundado de gratitud y humilde...

Convertir en regalo mi paso, en bondad
Es que merezco el entregarme, el dar
No es real tu temor por mi interés
Solo es que considero urgente el amar...

Tendrá la palabra su momento
Y su momento tendrá el actuar
Tal vez juntos puedan danzar
¿Qué verbo será el mejor, y cual la mejor acción?...

Cada quien su vara medirá
Y en el color de su cristal confiará su mirada
Con sana intención limpiemos lo que mide y lo que ve
Brindando así oportunidad al decir y al hacer...

Mira que la palabra puede sanar o herir
Y las acciones pueden enseñar bien o mal
Ir al interior y sentir el vibrato del propio ser
Y aclarar si he puesto ternura suficiente...

Entonces cada cariñosa voz inducirá
Y la acción de bondad un convite será
Porque en lo más intimo y con honesta contemplación
Sabemos que en esto parece haber verdad...