31 octubre 2007

NO VIOLENCIA



Lo más probable es que ya nada pueda revertir este afortunado encuentro con las cosas simples de la vida, es aquí donde todo orden de cosas toma un sentido benigno en la existencia.

Dedicado más a lo observación, que a la necesidad de imponer las propias apreciaciones, es como si la importancia de si mismo dejara de trascender, para permitir que la gran voz del prójimo, tenga la mejor cabida en la razón.

Conciente de que habrá quienes pretenderán sacar provecho de una voluntad dadivosa, entonces se hace indispensable mantener una actitud firme ante los pasados de listos, por quienes no hemos de sentir enojo, sino compasión.

Declaro la urgencia de la atención absoluta a las actitudes y pensamientos, para lograr una mejor capacidad en el campo de las relaciones humanas, que tan deterioradas se ven en nuestros tiempos.

Basta con ir un rato por la calle y ya tenemos infinidad de muestras de agresividad entre personas, como si los demás no fueran sino sendos obstáculos en el camino.

Por estos días es muy comentada la necesidad de endurecer los castigos contra quienes agreden con brutalidad a las mujeres, pretendiendo tal vez con esto, amedrentar a los posibles agresores, y pregunto ¿será esto suficiente?.

Ni por un instante dudo que se hace necesaria una mirada mucho más profunda a la creciente problemática de la violencia, que se nos ha ido encarnando en esta dolida sociedad.

A pesar de que toda opinión es respetable, es necesario tener en consideración, que nunca ha sido la violencia una solución, digo esto en consideración a las muchas veces que he escuchado que la única forma de lograr cambios en nuestra sociedad es a través de una revolución armada, o de condenas más duras a quienes infrinjan las leyes establecidas.

Necesidad de cambios tenemos, mas no encontraremos metamorfosis alguna si no empeñamos la mirada en u proceso dedicado a reeducarnos en el ánimo cotidiano de la NO VIOLENCIA.