SILENTE
SILENTE
No sufrirá el poeta incomprendido,
porque
considera que el mágico bien de la ternura,
es para
regalo de toda alma sensible,
para todo
corazón que palpita bellamente.
Y sean vivencias reales o imaginarias
del trovador,
anhela rosar
como sedas finas la piel de la percepción,
no espera
para si ni glorias ni fortunas solo participar,
unido a todo
quien se sumerge en la vertiente del amor.
Claro ¡¡¡ no soy yo el poeta, él me
reveló aquello,
y me dejé
embelesar, en su visión solemne,
resplandezca
perenne la flama del sentimiento gentil,
susurró… y
se quedó silente.
11 agosto
2014
Kimkelen
Rumel
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