EL TREN
Como el mas sabio verdugo
como el perfecto torturador
el pasado se encarga
de flagelar el presente.
Pero el tren de la vida no se detiene
y aunque varias veces he querido bajar
pequeños o grandes motivos
han logrado mi estadía en este viaje
La tarea de aprender a viajar
no ha estado exenta de arduo empeño
entonces, espero llegar a buen fin
habiendo derrotado el tedio en buena lid.
Bellas historias de desolación
me invitan a renovar las fuerzas,
y están las magníficas y cálidas
muestras de afecto de extraordinarias personas.
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