Alimomed
Alimomed soñó un paisaje de alzadas plantas que rebasaban su
estatura, con hojas espigadas y robustas, verdes matizados en gamas desde
luminosos a sombras. Los verdes degradados hacia amarillos transparentados y a
la distancia, esos lomajes curvos de hipnótica presencia, no estaban ausentes
los grandes y robustos árboles de múltiples formas que parecían fundidos con el
cielo de azul etéreo. Alimomed se sentía cautivado y se sentó sobre una piedra
que parecía irradiar una tenue luz que le recordó la energía omnipresente del
todo.
Su mirada entonces
conectó con lo cercano y nuevamente su corazón se inundó de maravillas,
arbustos plantas y césped como si alfombra y flores en magnífica variedad de
formas y colores, comprendió entonces el porqué de tantos aromas que abrazaban
su ser desde todos sus sentidos…
25-08-2014
25-08-2014
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