MADRE, de quienes afortunados de haber conocido tu gentil gracia,
tienes presencia hoy.
Para dar testimonio de nuestra infinita gratitud
a la belleza de tu ser.
Sucede que continuaras en nosotros,
con tu mirada sincera,
tus sonrisas y carcajadas honestas
y esas palabras, gestos y acciones
que desencajaron nuestras soberbias
haciendo manso nuestro sentir.
Quisiste cobijar a tantos y fuimos
niños en tu regazo, sin reclamo.
Cierto que te extrañaremos cada vez
que alumbre el sol
pero nos das la seguridad de que tu presencia dulce y perenne
nos acompaña como el agua y el manto, el pan y la luna
y toda la existencia misma.
Amada Flor
Dedicado afectuosamente a nuestra querida madre, Flor María Parra Hermosilla.
E.P.D.