Meciéndose
Meciéndose en el sueño iluso de una
vida mejor,
divaga con su ego exacerbado sin reparar en cuanto puede
dañar,
sus actos aspiran solo a la mezquindad de su lucrar,
huérfano de sentimientos de bondad, caridad, confraternidad…
Como es que
su alma se ha escarchado a bajo cero de ternura,
disipando los rasgos cálidos de su palpitante corazón ahora
helado,
¿que puñal a mutilado su filantrópica humanidad?
¿no nos será cercana esa daga acecina, criminal?
27-08-2014